Dios
hace las cosas que nosotros esperamos nos sucedan en complicidad con nosotros
mismos (valga la redundancia). Dice en Efesios 3:20 Y a aquel que es poderoso para hacer todo mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en
nosotros. La mayoría de las personas piensan que si oran pidiéndole
a Dios, Dios obrara en sus vidas, y entre más oran más actuara Dios en sus
vidas. Pero lamentablemente eso no es lo que dice este versículo Bíblico, aunque también es cierto que Dios es soberano, y puede actuar cuando y en el
momento que Él quiera, este versículo dice claramente que Dios obrara según el
poder que está en nosotros, este poder tiene que ver básicamente con la fe, y
fe no solo es creer, es creer y actuar, y actuar precisamente porque se cree
que se va a lograr alcanzar lo que se está buscando, obrar porque se cree, es
poner la fe a trabajar, Dios en la medida que vamos actuando, Él va permitiendo
que vallamos alcanzando las metas trazadas, (es el poder que está dentro de
nosotros, es nuestra fe en acción rindiendo frutos), habrán momentos de
dificultad, ya que todo no será color de rosa, de hecho nada lo es, la medida
de fe que Dios puso
en nosotros al nacer, va haciendo su trabajo, al
permitirnos actuar sin descanso hacia la consecución de los objetivos trazados,
esa fe que mora en nosotros nos va permitiendo sortear todas y cada una de las
dificultades que se vallan presentando por grandes que sean, y al ir venciendo
cada una de ellas, nos permite tener cada día más y más fe, más confianza en
nosotros mismos, cada día que pasa nos atrevemos a soñar más en grande, y
emprender nuevos retos nuevos desafíos, vamos como dice la Biblia de triunfo en
triunfo de victoria en victoria, pero para alcanzar estos niveles de éxito,
primero debemos cambiar nuestro interior o manera de pensar, y para lograrlo
pongo a su disposición este libro titulado: 1000 Afirmaciones Positivas
Cristianas de la ley de la Atracción. Este libro sin lugar a dudas le
ayudara a cambiar su manera de pensar, hasta los niveles de éxito que usted
desee alcanzar, depende de usted, el cielo es el límite, atrévase a cambiar
para bien su manera de pensar, y si ya es buena conviértala en la mejor, es
decir conviértase en la mejor versión de usted mismo, logre con éxito todos y
cada uno de los objetivos planteados, no abandone sus sueños ahora es posible
lograrlo solo si nos atrevemos a creer y actuar.
No se
desanime, y mucho menos se de por vencido, porque los resultados no llegan, o
si llegan, es muy poco, o no es como usted lo espera, recuerde que usted está
construyendo, y construir se tarda muchísimo más que destruir, un edificio, un
aeropuerto, una estación de tren, una autopista una represa etc. Se pueden tardar mucho en hacerlo, incluso
años, pero se puede destruir en un instante, recuerde lo que paso en el año
2001 en los Estados Unidos de Norte América, con las torres gemelas, fueron
completamente destruidas en menos de 24 horas, o lo que paso en el estado
Vargas Venezuela en el año 1999, cuando fue literalmente arrasada, por deslaves
de tierras e inundaciones producto de las fuertes lluvias que caían en ese
momento sobre la cordillera de la costa Venezolana, y así podría nombrar
innumerables acontecimientos que demuestran que destruir es mucho más fácil que
destruir, construir es un trabajo laborioso y lento, muy lento, así que tome la
firme decisión de construir (y no se desanime), su nueva manera de pensar,
llénese de optimismo fe y valor, y comience lo que será un largo y lento
camino, pero seguro y satisfactorio, que le brindara una nueva y excelente
manera de vivir, y que además ira en aumento cada día más, producto de los
cambios internos que usted está propiciando en su manera de pensar.
Todos en
esta vida nos comportamos como una especie de imanes, pero atraemos no lo que
queremos si no, lo que creemos, nos guste o no, Marcos 9:23 Jesús le dijo:
—Si puedes creer, al que cree todo le es posible. y lo que creemos,
no es siempre todo lo que decimos con nuestra boca, ejemplo: yo creo en Jesús
Cristo, yo creo en Dios, yo creo en esto, o creo en aquello, no, no. Lo que creemos
está directamente relacionado con lo que está en nuestro subconsciente o
corazón, es lo mismo, (aquí con corazón me estoy refiriendo a subconsciente),
en nuestro subconsciente hay un conocimiento almacenado a todo lo largo de toda
nuestras vida, al cual no tenemos acceso de manera voluntaria, este
conocimiento genera pensamientos inconscientes, que ni siquiera sabemos que
tenemos, estos pensamientos
inconscientes, son los que atraen a nuestras vidas la realidad que
tenemos actualmente, y es lo que realmente creemos, no es lo que decimos con
nuestros labios, porque regularmente lo que hablamos va por un lado y lo que
hacemos va por otro lado, si queremos saber, o por lo menos tener una idea de
lo que pensamos en nuestro subconsciente, solo tenemos que poner atención a lo
que hacemos, porque nuestra vida seguirá a nuestros pensamientos, pero la gran
mayoría de las personas creen que cuando uno se refiere a pensamientos, se está
refiriendo a pensamientos conscientes, y no es así, cuando digo que nuestra
vida sigue a nuestros pensamientos me estoy refiriendo a los pensamientos
subconscientes o inconscientes, que es lo que determina lo que verdaderamente
nosotros creemos, otra manera de tener una idea de que es lo que pensamos
inconscientemente, es poner atención en las cosas que nos suceden a menudo, y
no conseguimos una explicación lógica, decimos: porque siempre me suceden estas
cosas?, porque siempre me pasa lo mismo?, muchas veces las cosas inexplicables
que nos suceden, desencadenan o propician en nosotros desordenes psicológicos,
les voy a poner un ejemplo: hace algunos años, cuando ni siquiera había oído
hablar de la ley de la atracción, pero si había oído hablar de la fe, pero como
la mayoría de los seres humanos tenía una idea muy vaga de lo que significaba,
y mucho menos sabía que eran lo mismo, es decir que la ley de la atracción y la
fe, son una misma cosa, solo que conocida con nombres diferentes, en aquellos
días me sucedía que cuando iba al auto banco, bien sea a depositar o a cobrar
algún cheque, siempre me sucedía (de todas todas) que como es normal elegía la
cola que menos autos tenia, para salir más rápido por supuesto,
inexplicablemente para mí, la cola dejaba de fluir, y por el contrario veía que
el resto de las colas estaban corriendo con rapidez inclusive, entonces
comenzaba el dilema dentro de mí, si cambiarme de canal o no? Así pasaban
varios minutos con aquella incertidumbre y rabia a la vez, al ver que mi cola
estaba trancada y las demás no, hasta que por fin después de un rato, al ver
que mi cola se había congelado por completo, decidía cambiar de cola, solo para
aumentar mi impotencia y darme cuenta que la cola que había decidido abordar se
había congelado también como la cola anterior, que ya no estaba trancada por
cierto, comenzaba a fluir rápidamente, aumentando mi furia y frustración, a mí
me parecía que algo, o alguien invisible con poder para hacerlo, manipulaba las
circunstancias para hacerme enojar, llegue a creer que tenía paranoia o, por lo
menos algún nivel de ella. Otra circunstancia que me sucedía mucho era en el
juego de Bolas Criollas un deporte muy popular en Venezuela (mi país de
origen), jugando este deporte, yo regularmente era primer boche, lo que es lo
mismo cada vez que tocaba un boche, yo era el primero del equipo en lanzarlo,
ya que fui un jugador destacado en esa disciplina, pero solo jugando
deportivamente, porque cuando ya fuera de la disciplina deportiva, nos íbamos a
jugar caimaneras o sabaneras como se le conoce en Venezuela, (el jugar Bolas
Criollas de apuestas de dinero), las cosas cambiaban, ya no me salían las cosas
como en lo deportivo, literalmente vi en varias ocasiones cruzar en el aire una
bola que iba a terminar golpeando a la contraria, cruzar en el aire y pelar el
golpe, en aquel entonces pensaba que era mi vista la que me engañaba, porque
era imposible que una esférica, que pesa 1,200 Gr. Cruzara en el aire a
milésimas de segundos antes de dar en el blanco, también me sucedió con el
arrime, bolas que llegaban a ganar y cobrar tantos, se regresaban o desviaban
para perder, algo insólito, las personas que veían aquello quedaban asombrados
y estupefactos al igual que yo, y me decían que yo estaba salao o empabao, que
es como se le conoce en Venezuela a las personas que tienen mala suerte, así transcurrió mi juventud entre muchísimas
otras cosas insólitas que me sucedían, y que no voy a contar aquí porque no es
el objetivo del libro, yo las atribuía a algún espíritu burlón que no me dejaba
en paz, nunca tuve ni la más mínima idea, que ese espíritu burlón eran mis
propios pensamientos y creencias subconscientes, hoy día conociendo la ley de
la atracción, fue que descubrí que no existe tal cosa como un espíritu burlón,
que son las vibraciones magnéticas que generan nuestros pensamientos y
creencias, quienes crean la realidad que vivimos, si quieres conocer mucho más
sobre la ley de la atracción, puedes comprar mi libro del mismo nombre en
Amazon, hoy tengo más de un año aplicando las cosas que he aprendido acerca de
la ley de la atracción, y he visto resultados aunque no son muchos, cada vez
son más, y seguirán aumentando sin parar, porque cada vez más mi subconsciente
está siendo trabajado, reemplazando viejas creencias limitantes y nocivas, por
nuevas y edificantes, mediante afirmaciones positivas, es decir programando mi
mente para el éxito, me di cuenta además que la fe y la ley de la atracción son
la misma cosa, ahora cada vez que leo la Biblia me doy cuenta que la ley de la
atracción es tan antigua como Dios mismo, que ha estado presente desde el principio
de los tiempos, y que al igual que la gravedad es una ley, y por lo tanto se
cumple sin falta, así que te animo a comenzar con estas 1000 afirmaciones
cristianas, a cambiar tus pensamientos escondidos en tu interior, esto no es
magia, es disciplina, perseverancia, fe y mucha constancia, y por sobre todo
sin desanimarte, pero te aseguro como que mañana vendrá un nuevo día, que
obtendrás resultados, pero todo depende de ti, de nadie más, ya no te sabotees
tú mismo el éxito, comienza hoy mismo, y ayuda a los demás a cambiar para mejor
sus vidas, regala este libro a tus amigos y seres queridos, te aseguro que no
recibirán un regalo mejor, te lo agradecerán, pero comienza contigo mismo,
porque los demás al ver el éxito tuyo, van a querer para ellos lo mismo, así
que adelante comencemos a reprogramar nuestro interior con estas mil
afirmaciones, ¡Bendiciones!.
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